¡Combatir la próxima Cumbre de la OTAN en el Estado Español para 2022!
Se cumplen además ahora 4 décadas desde que España se uniera a la OTAN, por lo que la elección es bien simbólica, como es también bien sintomático que el "el gobierno más progresista de la historia" nos deslumbre con otro acto de marcado carácter antimperialista y revolucionario. Fuera de sarcasmos, lo cierto es que la cita puede tener cierto interés por razones que expondremos más abajo.
Si has llegado hasta aquí y no tienes muy claro que ha supuesto a nivel histórico, geopolítico o militar la OTAN para el mundo decirte que la OTAN se formó el 4 de abril de 1949 en la ciudad de Washington al calor del final de la II Guerra Mundial. El único propósito de fundar la OTAN era iniciar una nueva guerra a gran escala y prolongada en el tiempo contra el campo socialista, principalmente contra la URSS, que a su vez había sido la principal vencedora de la Gran Guerra. La OTAN se define a sí misma como un sistema de defensa colectiva de los estados miembros, contra una agresión externa.
En resumidas cuentas, la OTAN empezó siendo una organización más política que militar que financió desde su inicio todo tipo de campañas anticomunistas y combatió la liberación nacional de numerosos pueblos oprimidos del mundo. Los estados que la integraban, las principales potencias imperialistas, tomaron la decisión de reestructurar el Tratado Atlántico al iniciarse la Guerra de Corea, convirtiendo al organismo en una fuerza supermilitarizada y con total libertad de actuación a la hora de masacrar y reprimir diversos movimientos emancipatorios.
Huelga decir que EEUU es quién más influencia tiene de largo en la organización y no es más que otro eslabón del imperialismo, dónde EEUU y demás países imperialistas manejan a sus países títeres como quieren. La Guerra Fria entre el bloque capitalista y el socialista fue dejando claro cúal era el papel de la OTAN en la historia y contra qué luchaba esta organización, denominada por muchas personas como la mayor organización terrorista de la Historia.
La agresividad otanista llevó a los países socialistas de hecho a formar el Tratado de Amistad, Colaboración y Asistencia Mutua el 14 de mayo de 1955, más conocido como Pacto de Varsovia. El Pacto se convirtió en escudo defensivo frente a las agresiones imperialistas contra las democracias populares, pero también cooperó con otros pueblos que por ejemplo luchaban por su liberación nacional en Africa o Asia. La principal misión del Pacto de Varsovia fue tratar de mantener la paz en el corazón de Europa, tratando de contener el armamento y continua beligerancia de la República Federal Alemana contra la Alemania Socialista y las democracias populares más cercanas.
Lo cierto es que después de la caida del bloque socialista en el Este, la OTAN, que nació principalmente para combatir estas experiencias antiimperialistas y socialistas continuó su existencia y reforzó todavía más su influencia. Por encima de los principios y la lucha ideológica, aunque a veces puedan tener formas militares, para los imperialistas está como no la rentabilidad y la rapiña. Y así lo han demostrado estas tres últimas décadas.
Los crímenes en Corea, Vietnam, Afganistan o la antigua Yugoslavia son ya lejanos en el tiempo, Pero volvieron a Afganistan a pacificar lo que ellos mismos impusieron contra un Afganistan antiimperialista y de progreso. Recientemente han sido vergonzosas las acciones militares de la OTAN en Irak, Libia o Siria. De esta forma, desde cierta neutralidad política y sin una implicación directa de los estados que están detrás de la Alianza Atlántica esta estructura mercenaria sigue agrediendo pueblos y cometiendo crímenes por todo el planeta en pro de los beneficios económicos de los capitalistas de EEUU y Europa. Podemos decir que la OTAN no es otra cosa que el principal brazo armado del capitalismo sin temor a caer en ningún izquierdismo barato ni en ninguna exageración.
Pues bien, desde que Joe Biden y Vladimir Putin coincidieron el pasado 16 de junio en un encuentro bilateral la OTAN ha iniciado numerosos movimientos militares de provocación en el Mar Negro, ha realizado bombardeos importantes en la frontera entre Siria e Irak y ha cedido a numerosos ejércitos afganos buenos contingentes de armanento. Es decir, desde que Rusia tomó el camino de defender su status geopolítico en el mundo frente al nuevo jefe de la nueva Administración Washington los ejércitos de la OTAN no han parado de intentar tensar la cuerda ante Rusia, China o el mismo Irán.
Así pues, el gobierno de coalición PSOE-Unidas Podemos decide ahora, con la tensa situación internacional que vivimos, recoger el guante a sus jefes imperialistas y poner a España en el foco, organizandole a la OTAN una gran cumbre para el año 2022. Después de los últimos meses, dónde hemos acudido a la completa implementación de los sectores de Podemos ante las modas y tendencias que en EEUU marcaron la campaña de Biden no nos sorprende que los socios del PSOE se pongan de lado o incluso justifiquen la organización de este gran evento imperialista y criminal. Quien quiera puede ver las explicaciones que dio el señor Enrique Santiago, Secretario General del PCE ante tal infamia y cómo una vez más clavaba otra punta en el ataúd del que fue partido de José Díaz.
Pero volviendo a lo positivo, en la actualidad estamos asistiendo a una serie de debates que confrontan lo material y lo verdaderamente transformador con la agenda líquida de la New Left. Estos últimos, defensores de este gobierno de coalición totalmente liberal, siempre buscan excusas para justificar cuestiones tan antipopulares como la Ley Trans o la última subida de la luz. Dialécticamente va a estar más difícil justificar que el gobierno más progresista del mundo organice una cumbre de la organización más abiertamente derechista y violenta de la historia a nivel público, por lo que a muchos sujetos que viven calientes en esta nueva paz social de colorines que nos han impuesto es posible que se les acabe cayendo la careta de reaccionarios.
Por otro lado, las organizaciones combativas y populares de todo el Estado Español, enfrentadas entre sí por cuestiones mínimas elevadas a la quinta potencia pueden aprovechar la situación para buscar unos puntos mínimos de encuentro y generar un programa mínimo popular y antiimperialista para combatir la presencia atlantista. El escenario es interesante y podría hacer que grupos adheridos al movimiento social y popular converjan en una dinámica concreta separada de la nueva "izquierda" sistémica y avancen en la construcción del proyecto que necesitamos, con unidad, internacionalismo, razón antiimperialista y conciencia de clase.
Aunque la realidad impondrá el peor de los escenarios y el sectarismo casi seguro se acabe imponiendo, no es tarde para darlo todo por perdido. Es más que necesario dar una respuesta en todo el Estado contra la cumbre por motivos obvios pero también de cara a construir una red social y popular de cara al futuro y reiniciar los ciclos de movilización popular que se generaron después de la última quiebra capitalista de 2008, que fueron cortados de raíz por el oportunismo y la socialdemocracia durante la última década.
El sistema nos va a querer vender una serie de ideas que ya vamos intuyendo desde hace algún tiempo: paquetes de recortes en derechos sociales, moderación salarial, recortes de libertades democráticas y hablando en concreto de la OTAN veremos utilizar la situación de crisis económica y sanitaria mundial para justificar nuevas incursiones imperialistas de rapiña en otros países.
No debemos permitir que nos impongan la nueva agenda del neoliberalismo. En primer lugar por supervivencia de nuestra clase, en segundo lugar por solidaridad internacionalista, pues hay pueblos del llamado mundo en vías de desarrollo que van a sufrir más que nunca el gran reajuste. En tercer lugar es el momento de desmontar todo el entramado político-ideológico de esta nueva izquierda liberal que se erige en Europa como portavoz de Biden, ahora que los trabajadores le empiezan a dar completamente la espalda en las urnas y en sus posicionamientos diarios.
El futuro lo han de escribir los pueblos desde el respeto mutuo, la defensa de los intereses de nuestra clase y el mantenimiento de la paz frente a la barbarie imperialista. Por eso es mas necesario que nunca construir un contrapoder frente a la visita atlantista que preparan desde las instituciones de España para el año 2022. Es hora de plasmar en la calle nuestra verdadera esencia revolucionaria, socialista y antiimperialista. Ni debemos seguir siendo un portaaviones de nadie, ni debemos permitir que se viva con normalidad institucional y mediática una cumbre tan sumamente belicista, politizada y criminal como la que prepara la OTAN y el propio Gobierno de España el viniente año.
¡OTAN NO! ¡BASES FUERA!
¡VIVA EL INTERNACIONALISMO PROLETARIO!
¡POR LA UNIDAD DEL MOVIMIENTO OBRERO Y POPULAR!
¡POR UN PROGRAMA DE MÍNIMOS DE CARÁCTER POPULAR Y ANTIIMPERIALISTA!
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